Según el propio Jorge Tacla, Identidades Ocultas remite a la relación entre la víctima y el agresor, desde la dimensión más íntima a la dimensión más global. En su teoría esto alude a la condición múltiple de la personalidad humana.
El artista, que trabajó parte de este proyecto durante su residencia en la Fundación Rockefeller en Bellagio, Italia,explica que en esta muestra se complementan una serie de obras de formato pequeño con muchos apuntes del día a día trabajados en las páginas de sus cuadernos,donde se han registrado las constantes conversaciones con un psiquiatra, un filósofo y un crítico de arte.“En el proceso creativono hay un traspaso representativo de lo teórico a la imagen. Lo que sí se deja ver en las telas son los traumas y el desquiciamiento de la condición humana. La materialidad de estos trabajos se refiere a nuestra propia materia, haciendo de esta piel, trabajada con cera fría, un lugar sensible y vulnerable a las agresiones psicológicas y físicas”, explica.
Identidades Ocultas se constituye en una serie de pinturas que Tacla viene trabajando desde el año 2005, cuyo denominador común es la alusión a referentes donde las víctimas y los agentes están ocultos. El artista plantea que en esta relación hay víctimas no identificadas, y el agente agresor aparece disociado de su propia identidad. Se trata de remitir a la relación entre la víctima y el agresor, desde la permeabilidad de sus identidades y la negociación de culpabilidades. Esta muestra también incluirá la producción de un libro, donde distintos autores escribirán sobre esta temática.
Jorge Tacla ha estado relacionado desde el principio con el Museo de la Memoria, ya que fue invitado a hacer una obra permanente para su inauguración, en el año 2010. Es el autor del mural de 34 metros titulado Al mismo tiempo, en el mismo lugar, homenaje a Víctor Jara, donde cita el último poema que el cantautor escribió estando preso en el Estadio Chile.
Foto: Jorge Brantmayer
Se trabajará con el Poema escrito por Víctor Jara en el Estadio Chile, septiembre de 1973. Esta obra fue entregada a sus compañeros en fragmentos para ser sacada del Estadio. Más tarde el Poema fue entregado a su viuda, Joan Jara.
Es la primera vez que se otorgan los derechos de esta obra, la cual constituye un registro vívido que desde el lugar de la violencia representa la última expresión de un artista bajo la amenaza de la muerte. Este poema nos involucra tanto a los chilenos como al resto del mundo.
Formalmente, la obra tendrá como soporte el muro de cemento ubicado en uno de los accesos al Museo dela Memoria, el cual se laminará con planchas metálicas esmaltadas en blanco, separadas del muro por una estructura que se evidenciará visualmente en sus contornos. Este soporte establece una distancia formal entre el muro y las planchas que evocan la materialidad del Poema de Víctor Jara.
En la ejecución del trabajo del muro participarán artistas y obreros soldadores, estableciendo una relación transversal entre los oficios. Las planchas metálicas serán intervenidas con sopletes industriales haciendo del quehacer artístico una metáfora al dolor.
La imagen corresponderá a la escritura del poema “Estadio Chile” estructurada en fragmentos, evocando así la manera en que salió del estadio. A su vez, el texto será intervenido por manchas accidentales como registro del calor que en su expresión más figurativa, se visualizarán como formaciones óseas y traumas.