Las arpilleras que conforman esta exposición –que es un recorrido visual por la historia de la dictadura desde 1973 a 1990- fueron confeccionadas por las integrantes de los talleres de arpilleras de Santiago conformados por familiares de detenidos desaparecidos y presas políticas.
Los talleres de arpilleras sirvieron como medio de sustento para las autoras y sus familias, además de ser una forma de denuncia y expresión artística de las historias y hechos narrados en ellas y nacieron con el apoyo entregado por la Iglesia Católica por medio del Comité Pro Paz, la Vicaría de la Solidaridad y la Fundación Misio que convocó a la artista Valentina Bone para acoger y desarrollar este trabajo con mujeres.
Estas arpilleras reflejan el imaginario de sus autoras que son mujeres protagonistas de la historia vivida durante la dictadura militar, quienes se agruparon en talleres de arpilleras como Huamachuco, La Pincoya, o Fundación Misio, entre otros.
Este conjunto de arpilleras conforma una cronología propuesta por Isabel Margarita Morel quien las recopiló y conservó, haciendo entrega de esta valiosa colección al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos el año 2009
Las arpilleras cumplieron un papel esencial como escritura de testimonio, registro de costumbres y vivencias en el proceso social que vivió Chile en los años de la dictadura. De carácter comunitario y artesanal, dan testimonio y denuncian los hechos que afectaban a personas y comunidades. Se originan poco después del golpe militar de 1973. Grupos de madres, esposas e hijas de detenidos desaparecidos y de prisioneros políticos relatan en sus bordados la búsqueda de sus familiares y los atropellos a los derechos humanos, primero al alero del Comité Pro Paz en Chile y luego de la Vicaría de la Solidaridad, como también de otros organismos de derechos humanos. Poco a poco se van incorporando otros múltiples aspectos de la vida cotidiana en Chile: el acceso a la salud, la cesantía y la precariedad laboral, el hambre, el control de la correspondencia, las manifestaciones, entre otros temas, van construyendo un amplio retrato social del periodo.
Salieron del país muchas veces ocultas, ya que eran vistas por la dictadura como objetos de propaganda contra el régimen e incluso al interior de Chile sufrieron atentados e intentos de destrucción.
El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos cuenta con más de 360 piezas de arpilleras, de gran valor artístico, cultural, sociológico, histórico y político, que forman parte del patrimonio de la institución y que se han recibido como donación de instituciones y personas naturales, que han entregado sus colecciones para que sean puestas al acceso público y aporten al conocimiento del pasado reciente en nuestro país.